Cuando me encuentro con esta herramienta del internet, es por casualidad que creo este blog, lo creo porque vale la pena compartir ideas, lo creo porque estoy seguro de que más del 95% de los problemas del mundo, son consecuencia de la mala comunicación, o la falta de ella.
En la escuela primaria nos enseñan cosas básicas: que la comunicación es la interacción entre dos o más personas, de las cuales una emite un mensaje y otra u otras lo reciben, y viceversa, que el mensaje está cifrado en símbolos convencionales para un determinado grupo de personas, en cuanto al idioma, el medio, y las costumbres coyunturales o no, de determinada región y cultura.
Y esto es lógico, tan lógico que cuando me lo enseñaron, yo me preguntaba porque perdíamos tanto tiempo en escribir aquellas ideas en el pizarrón y repetirlas hasta aprenderse todas las "partes de la comunicación", parecía algo tan sencillo e irrelevante que era trivial.
Finalmente al paso del tiempo comprendí que el concepto es muy sencillo, pero su aplicación es lo más complicado sobre este planeta llamado Tierra.
Para entender esto, no hay más que hacer algo de introspección y recordar cualquier situación de nuestra propia vida, aquella situación en la cual, alguien emitió algún mensaje... yo lo recibí, fuera dirigido a mí o no, pero yo lo recibí. Este mensaje puede haber sido hablado, escrito en papel, en correo electrónico, en chat, por señales de humo, o como el lector guste.
Al recibirlo, le puse atención, porque de otra manera supongo que no lo recordaría, bueno, pues al ponerle atención, lo interpreté, después de poca o mucha reflexión, y lo interpreté no solamente en función del mensaje en sí mismo, sino también en función de mi propio estado de ánimo.
Contento, triste, enojado, etc... cualquiera, el que tuviera en aquel momento: como consecuencia, tiendo a darle un valor a dicho mensaje, un valor positivo, negativo o neutro.
Inmediatamente asocio el mensaje con la ó las personas quienes yo interpreto que emitieron dicho mensaje y concluyo alguna actitud por parte de aquella persona.
La consecuencia lógica, es que en función de ello, yo defino también mi actitud ante la otra persona.
Con otro factor, como lo es mi propio temperamento y mi carácter: explosivo, burlón, colérico, pasivo, o cuantas definiciones existan.
Este concepto tan sencillo de la comunicación, genera soluciones o problemas tan complejos como las guerras mundiales, la pobreza del mundo o la civilización con el desarrollo mejor planeado.
Es cierto que en todo ello interviene la intención de una comunicación acertada y sincera o por el contrario, una comunicación manipuladora, la cual desafortunadamente es vigente en demasiados "diálogos sociales" de nuestros días.
En fin, este blog no pretende otra cosa, que hacer "énfasis" en las grandes posibilidades de éxito de una comunicación acertada y sincera entre seres humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario